jueves, 3 de enero de 2013

Venecia


Es agua, laguna e islas. Canales y puentes. Barcos, góndolas y embarcaderos. Plazas y calles; pasajes, soportales, arcos y pórticos.








Es arte. Arquitectura bizantina, gótica, renacentista, barroca, neoclásica... La basílica de San Marcos y su esbelto campanile, 270 iglesias de las 300 que llegó a tener, con sus campanarios y torres, algunas ahora inclinadas al ceder sus cimientos por la tremenda humedad. Palacios con sus grandiosas fachadas, de mármol, de ladrillo, de estuco. Pórticos y balcones, ventanales, rejas, celosías, columnas, tejados, chimeneas, aleros, terrazas.



La basílica de San Marcos y la Torre del Reloj desde el campanario



Uno de los palacios del Gran Canal

Es mármol, blanco, puro, brillante; también sucio, deshecho, corroído, pútrido. Es ladrillo y cristal, vidrio, hierro, óxido, bronce, plomo, latón, madera y cal.



Palacio Ca d´Oro, cuyo nombre es debido a que originalmente 
la fachada estuvo recubierta de láminas de oro


Es pintura y pintores: Leonardo y su “Canon”, Tintoretto, Veronese, Tiziano, Tiépolo embelleciendo con sus obras palacios e iglesias, o sirviendo de inacabable inspiración a Canaletto, a Guardi… Y su Bienale.



Canaletto: "San Marcos el día de la Ascensión"


Es escultura, griega, romana, bizantina, renacentista... Y escultores: Donatelo, Cánova… Es música con Vivaldi. Es ópera en La Fenice. Es teatro, es cine.


Escalera de los Gigantes en el Palacio Ducal


Es humedad, viento, bruma, niebla. Oleaje, estela y espuma. Hierba, musgo, hojas, algas. Jardín, árbol, hiedra, enredadera, maceta. Pozos, barandillas, escaleras.

Es color: blancos, rojos, ocres, verdes, grises, azules, sienas, dorados, cárdenos, amarillos, negros.

Museos. Comercios, cafés, hoteles, bares, restaurantes, trattorias, pizzerías… Y Carnaval. Y  máscaras.

Y, no lo olvidemos, es belleza, preciosismo, lujo, orgullo, altanería, prepotencia y megalomanía en su Palazzo Ducale, pero también miedo, frio, suspiros, gritos y terror en sus cárceles.

Personas y animales. Gondoleros. Viajeros, residentes, extraños, turistas. Paseantes, observadores, novios, parejas, jóvenes, viejos, niños, abuelos, enamorados, religiosos, comerciantes, mirones. Palomas, gaviotas. Y por supuesto su orgulloso León Alado
  
Todo en ella es admirado, anhelado, envidiado, querido, odiado. Mostrado, expuesto, visto, observado. Está solo, o es recóndito, privado, escondido,  tapado, oculto. Estrecho o angosto.


No todo en Venecia son palacios


Pero también es amanecer, bruma, frescor, campanas, luz, sombra, sol, paseo, tarde, crepúsculo, noche. Penumbra, oscuridad, pasos, silencio...

Y tiempo. Sobre todo tiempo; pasado, antiguo, moderno, nuevo, actual.  Ayer, hoy, mañana… Siempre.





Las fotografías que ilustran esta entrada están tomadas en un viaje a esta maravillosa ciudad durante las pasadas navidades




15 comentarios:

  1. Preciosa tu descripción, las fotos...Venecia es así.

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    1. Me alegra que tú también la veas como algo único e intemporal

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  2. Martín, una preciosa descripción de la incomparable Venecia, !como hemos disfrutado con nuestros queridos amigos italianos,! ha sido como un sueño.Pero no ha sido un sueño, ha sido una realidad.lCharo

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    2. Sueño y realidad se confunden en esa increíble ciudad y, más aún, cuando te acompañan personas tan maravillosas como estos amigos italianos que, a pesar de ser recién conocidos, son ya tan queridos.

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  3. Y además de todo eso que tú tan bien expresas, este viaje a Venecia ha sido: ilusión, inquietud, sorpresa, encuentros, amistad, ternura, paciencia, cansancio, resistencia, momentos compartidos, brindis, risas...familia.

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    2. Y además, sobre todo, compartido. Para mí, el hecho de compartir todo lo que apuntas le da una nueva dimensión, mágica y creativa, que engrandece cada una de los momentos y sensaciones vividas.

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  5. ¡Que bello Martín... y cuánta sabiduría y trabajo humanos y naturales! Se me olvidaba decir que no he estado allí... pero cómo se huele a través de cosas como estas, documentales, películas, etc.

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    1. Venecia te atrapa de manera inevitable y absoluta. En ella siento como si sus aguas y piedras me aportaran algo básico y primigenio, y que yo, aunque pueda parecer estrambótico, también dejo algo de mí en ellas. Eso es para mí su mágica eternidad.

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  6. Vaya contraste: frente a la paz, que incita a la reflexión serena, de tu anterior entrada, nos ofreces ahora una bella y sugerente interpretación del mundo veneciano que nos invita a sumergirnos en él para paladear esas experiencias tan intensamente vividas.

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    1. Venecia es así, no te deja indiferente. Es imposible pasear por sus calles y plazas, atravesar sus puentes y navegar en sus canales sin sentirse arrastrado por el torbellino del tiempo, de la historia, la sensualidad y el misterio

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  7. Muy bonitas las fotos, muy bonita la ciudad...y estoy contigo: la ciudad te atrapa (aunque a veces no huela demasiado bien). Ana Vega

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    1. Sin duda alguna yo he tenido suerte pues las veces que he estado el olor era como el de cualquier ciudad costera. Y desde luego, en lo demás es única y no se parece a ninguna

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