sábado, 4 de octubre de 2014

CÓRCEGA Y CERDEÑA - II

Por la amura de estribor, al atardecer, aparece un escarpado monte rocoso coronado por un castillo fortaleza y una iglesia de esbelta torre. En sus laderas se arraciman casas multicolores que llegan hasta el mar: es Castelsardo, y cuando allí atracamos, en nuestro primer puerto italiano, nos reciben encantados pues somos españoles. Nos cuentan que el castillo fue construido por aragoneses. 


Castelsardo. Cerdeña, Italia.

Tras un día estupendo conociendo el lugar y reponiendo agua y víveres  largamos amarras rumbo a Córcega a través del estrecho de Bonifacio que separa tierras italianas y francesas. Arriamos el pabellón italiano e izamos el francés. En solo tres días portamos bandera española, italiana y ahora francesa, más la holandesa que es donde está matriculado el barco y después, también, la bandera sarda; un canto a la internacionalidad.

En la mar no existen fronteras.

La aproximación a la población de Bonifacio, ya en tierra francesa, resulta muy difícil; es noche cerrada y hay multitud de luces y oscuros y traicioneros escollos a flor de agua. Cuando amanece descubrimos que estamos fondeados en Cala Figari: agua, arena, enormes rocas de aspecto zoomórfico que harían las delicias de un escultor, árboles de verdes intensos y dominándolo todo una torre medieval de la que realizo un apunte con acuarela


Martín Alía.Cala Fígari, Córcega”. Acuarela/papel. 32 x 46 cm. 2014.


Bonifacio está enclavado sobre altos acantilados que rodean una estrecha y profunda ensenada. Nos preguntamos cuánto tiempo aguantarán sus casas antes de caer al mar. Algunas de ellas recuerdan las Casas colgadas de Cuenca.

De vuelta a Cerdeña la mar es brava, navegamos con más de 40 nudos y olas de 3 y 4 metros. Sin duda Neptuno, cansado de tanta belleza y buen tiempo, muestra su genio, su fuerza y su poder; enfadado e intransigente con estos pobres argonautas que únicamente sueñan con sus náyades y sirenas.

En días sucesivos hacemos puerto en La Maddalena, capital del archipiélago del mismo nombre situado al noreste y donde conocemos a Roberto, que en su restaurante “Robi”, nos prepara la mejor y más exquisita pizza imaginable. La mañana prevista para la partida dibujo un apunte apresurado de unas barcas antiguas; no hay tiempo para hacerlo con acuarela por lo que anoto los colores, quizá más adelante pueda realizar una pintura basándome en él; ahora hemos de largar amarras pues la previsión de viento es complicada y debemos zarpar enseguida.



 Martín Alía.Barcas en la Maddalena, Cerdeña”.
Lápiz grafito/papel. 32 x 46 cm. 2014.


Afortunadamente esta previsión no se cumple y podemos darnos un refrescante baño en la transparente piscina natural que forman isla Budelli, isla Rizzoli e isla Santa María. Partimos dejando por estribor isla Caprera, donde vivió Garibaldi. Y navegando hacia el este encontramos el exclusivo club náutico de Porto Cervo: lujo desaforado donde los todopoderosos de la superjet amarran sus superyates  frente a sus supermansiones; en mi deja un regusto amargo que analizaré en una próxima entrada.

Más adelante la grandiosa Isola di Tabolara, donde se dice residen los dioses y muy próximos, frente a isla Rosso, trágicos escollos que atrapan los hierros retorcidos de un naufragio carcomido por la mar. Días después, ya en el sur el cabo Spartivento que como su nombre indica parte los vientos que se encuentran furiosos en sus acantilados.



Martín Alía.Rocas a flor de agua, Cerdeña”.
Lápiz sepia/papel. 32 x 46 cm. 2014.


Y Clagiari la capital. Antigua, señorial, con clase, muchísima clase; vital, noble y festiva. Con su pequeña y exquisita catedral, llena de mármoles que embellecen sus altares, la cripta y su bellísima fachada; encaramada en lo más alto del risco con vistas a la ciudad, al puerto, a la bahía y a la mar omnipresente.

En poniente visitamos la medieval Alghero, Oristano y su catedral elíptica y Carloforte con su ruta napoleónica.

CERDEÑA, con mayúsculas, tierra de sardos. Orgullosos de su isla, de mirada directa y mandíbula poderosa; acogedores, generosos y auténticos. 




Martín Alía. “Sardo”. Bolígrafo sobre mantel de papel. 21 x 16 cm. 2014.





12 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Ha sido una navegada memorable que deseaba compartir. Por la mar, el viento, las nuevas tierras, las personas, los colores, los dibujos...
      Espero que tus vacaciones también hayan sido estupendas. Muchos, muchísimos besos y abrazos.

      Eliminar
  2. ¡Qué variedad en la unidad! Creo que las tierras latinas, nuestro segundo hogar, siempre nos suscitarán sentimientos de admiración e identificación.
    Que no se te olvide terminar las "Barcas en la Maddalena". Es tu asignatura pendiente de la travesía. El resultado será una delicia para la vista.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es curioso como a pesar del paso del tiempo hay temas que vuelven recurrentes a mí. El primer apunte que realizé al llegar a Alicante hace más de 36 años fue el de una barca varada en El Campello. También en aquella época recibí el primer encargo en esta tierra y el tema de esa pintura fueron unas barcas en el puerto de Alicante. Entonces aún no navegaba. Pasa el tiempo y vuelvo a encontrarme con otras barcas, en Cerdeña, a más de 1000 millas... Curioso. Un abrazo

      Eliminar
  3. Martín, a tus dos artes has de añadirle una más, la de la escritura... Abrazooooon

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La escritura es un arte complejo en el que tú te mueves con gran destreza y en el que yo, a través de estas páginas electrónicas intento, y parece que a veces lo consigo, trasmitir vivencias que siento entorno al mundo de la mar y la navegación. Un abrazo

      Eliminar
  4. Veo que por fortuna tus extraordinarios dibujos no han surgido de la necesidad de expresarse de alguien a quien le falte el don de la palabra, porque la narración del viaje consigue trasladarnos a los lugares y hacérnoslos ver. Enhorabuena por el relato asi como por esas preciosas creaciones.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Antes, cuando veía algo interesante, pensaba como reflejarlo en un papel o un lienzo mediante trazos, formas o colores. Ahora, la posibilidad de expresar o contar las sensaciones vividas a través de la palabra en el blog, abre un campo en el que gracias a vuestros estimulantes comentarios me siento cada vez más cómodo. Muchísimas gracias.

      Eliminar
  5. Me ha gustado mucho todo, narración y dibujos. Estoy de acuerdo con Loli, las barcas quedarán estupendas. Un beso. Ana

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tengo muy claro, al menos mentalmente, como reflejar dicha composición mediante el color. Esperemos que llegado el momento, confío sea cercano, el resultado esté a la altura esperada. Si así llega a ser lo publicaré enseguida. Muchos besos

      Eliminar
  6. Es maravilloso, precioso!! Esta claro que sigues en tu línea, sorprendiendo como siempre a todo el mundo. Hay que decir que siempre me voy a acordar de las magnificas tardes que pasábamos pintando y pasándolo en grande, y con esos recuerdos es imposible que se me vayan las ganas de soltar el pincel. Sigues igual de magnífico que siempre!!! Muchos y grandisimos besos. Faseye, tu alumna.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esta navegada está dejando una estela maravillosa. No solo por haberla realizado, también por la ola compartida con personas tan estupendas como TÚ. Ya hemos empezado el nuevo Taller de Pintura, en el que tan buena huella y recuerdo has dejado. Sabes que con alumnas como tú es buenísimo trabajar. Mil besos

      Eliminar