el pintor que navega
domingo, 26 de noviembre de 2017
sábado, 25 de noviembre de 2017
Máximas y mínimas dibujadas
Hace
más de dos años y medio que no publico una nueva entrada en el blog y, la
verdad, me parece sorprendente la rapidez con la que ha pasado el tiempo. Suelo moverme pensando básicamente en imágenes, por lo que esto me recuerda el caer de la arena en
uno de esos relojes de madera y cristal que tantas veces he pintado y más aun la rapidez con
que el agua se escurre entre los dedos por mucho que tratemos de retenerla con
nuestras manos.
Ahora
quiero hacerlo con lo más reciente de mi pintura: los dibujos que he realizado
para ilustrar el libro Máximas y mínimas
dibujadas que, con frases y textos de mi amigo Miguel Ángel de Toro,
acabamos de publicar. Surgido junto al Mediterráneo, paseando por la línea
ondulante, diversa y a veces difusa, que es la Playa de San Juan en Alicante.
Los
nueve dibujos que lo ilustran, junto a los textos que he autografiado, se expondrán
en la Librería Pynchon&CO de Alicante, donde presentaremos el libro el día
1 de Diciembre a las 7,30 de la tarde
.
Aquí
tenéis un adelanto para el cual he elegido el texto y dibujo que se sitúa en el
capítulo 3 titulado: Del tiempo y sus
circunstancias.
Martín
Alía. El tiempo en el espacio. Lápiz
sepia y guach blanco/papel.
35x25 cm. 2017
lunes, 23 de febrero de 2015
MANDALAS
Desde
hace tres años en el Instituto Jorge Juan
de Alicante tenemos un Taller de
Pintura donde, en la tarde de los jueves, un grupo de alumnos desarrollan
sus capacidades artísticas que, después de los correspondientes ejercicios,
apuntes y bocetos preparatorios quedan plasmadas, entre otros trabajos, en
diversos murales, la mayoría de gran formato.
El
que acabamos de terminar lleva por título “Mandalas” y, empezado poco antes de
acabar el pasado curso por Silvia, Faseye, Olivia, Belén y Marina, alumnas que
ahora ya están en la universidad, fue retomado por el nuevo grupo formado este curso
y aquí os presentamos el resultado.
Está
formado por seis mandalas (composiciones pictóricas de origen indú), diseñados por ellas, tanto a nivel de líneas
como de color y que ahora se han completado situándolos, compositivamente
hablando, sobre una superficie de tonos verdes y líneas sinuosas que sugiere un
estanque con plantas acuáticas animadas por el fluir del agua, en medio del
cual destacan poderosamente los colores de seis formas llenas de contrastes, matices
y movimiento. Todo el mural vibra lleno de color.
He
de felicitaros: Rosa, Mar, Lucía, Olivia, Diego, Taisia, Abril, Yannina,
Rafaela y Vicente, pues con vuestro trabajo habéis trasformado un simple tablero
de madera en un espacio vivo, luminoso y lleno de color que a partir de ahora animará
uno de los espacios de nuestro instituto, contribuyendo con su belleza a que este sea más
habitable y dinámico. Más feliz.
Y
aquí no queda todo. Ya hemos empezado dos trabajos más, uno de ellos al doble de
tamaño que este y que esperamos tenga un impacto visual aún mayor y otro en el
que exponemos y reclamamos que “un mundo más justo es posible”.
Esperamos que os guste. Martín Alía
“Mandalas”.
Taller de pintura del Instituto Jorge Juan.
Acrílico/tabla. 200x100 cm. 2014-15.
Alicante.
Tahisia, Rafaela y Olivia muy concentradas
Vicente, Lucía, Rosa y Mar.
-¡Y
quiere Martín que nos inventemos los colores!
Posando
durante el proceso
Rosa,
Taisia, Lucía, Abril y Rafaela, muy formalitas!!!
¡Y
dicen que los pintores son gente seria!: Diego, Mar, Lucía, Rosa, Olivia y
Yannina
martes, 6 de enero de 2015
Acuarelas venecianas
En
Venecia todo gira en torno al agua. Nace, vive, se desarrolla, se apaga, muere.
Edificios, viviendas, palacios, mansiones, iglesias, prisiones…
Los
puentes. Barcos, góndolas, lanchas, motoras…
Las
personas.
Mármoles,
ladrillos, azulejos, hierros, bronces, maderas, alabastros, tejas, granitos, cristales,
espejos…
Los
colores vibran, se reflejan y multiplican; se equilibran, matizan, enriquecen; se funden.
Grises,
azules, rojos, violetas, cárdenos; amarillos, ocres, ámbar, verdes, carmín.
Blancos, negros.
Un intento
de reflejar algo de ello son estas acuarelas, algunas de las cuales formarán parte
de mi nueva exposición que se celebrará del 10 de Enero al 8 de Abril de este 2015
en el Museo Municipal “Casa Orduña” en Castell de Guadalest, Alicante. La
presentación de la exposición, a la que estáis todos invitados, tendrá lugar el
sábado 17 a las 13 horas.
Martín Alía. El mercado de Rialto, Venecia.
Acuarela/papel. 50 x 66 cm.
Martín Alía. Puente de Rialto, Venecia.
Acuarela/papel. 50 x 66 cm.
Martín Alía. Fachada veneciana. Acuarela/papel. 50 x
66 cm.
Martín Alía. Rincón veneciano. Acuarela/papel. 50 x
66 cm.
lunes, 15 de diciembre de 2014
Momentos del día
Las
cuatro estaciones, los cinco sentidos, los cuatro elementos, son temas que
desde hace tiempo me han interesado como motivos pictóricos y que muchos artistas
en diferentes ámbitos han planteado en sus creaciones.
Los
cuatro momentos más significativos del día son, a mí entender: Amanecer,
mediodía, atardecer y nocturno. Así me lo plantee hace unos años en pequeñas
obras que resolví a modo de bocetos. Estos esbozos han servido de base a las
dos pinturas de formato mucho mayor que aquí presento: “Amanecer” pintado en 2012 y “Atardecer
junto a la costa” acabado hace pocos días que espero, más adelante, se vean
completadas con un atardecer y un nocturno.
Martín
Alía: “Atardecer junto a la
costa”. Acrílico/tela. 146x114 cm. 2014
Martín Alía: “Amanecer”. Acrílico/tela. 146x114 cm. 2012
Martín
Alía: “Amanecer”.
Acrílico/tabla. 2007. Colección Instituto Las Lomas. Alicante
Martín
Alía: “Mediodía”.
Acrílico/tabla. 2007. Colección Instituto Las Lomas. Alicante
Martín Alía: “Crepúsculo”.
Acrílico/tabla. 2007. Colección Instituto Las Lomas.
Alicante
Martín
Alía: “Nocturno”.
Acrílico/tabla. 2007. Colección Instituto Las Lomas.
Alicante
viernes, 28 de noviembre de 2014
Faro a la primera luz de la mañana
¿Cuánto
tiempo se tarda en pintar un cuadro? La respuesta a esta pregunta es para mí
difícil de contestar, de contestarme.
La
pintura que aquí presento la empecé hace más de dos años y siguió un desarrollo
lógico y normal hasta que después de varias sesiones se paró, me paré; no podía
seguir pintando. Todo estaba bien, la composición, el equilibrio, el color, las
sombras pero… Había dejado de vibrar.
Siguiendo
una costumbre que prácticamente siempre me ha funcionado, di la vuelta al
lienzo y lo guardé, lo dejé descansar. Más adelante, esperaba, me hablaría, me
diría cosas, me diría que necesitaba, o al menos eso esperaba. Porque entre un
lienzo y el pintor tiene que haber, es imprescindible, un diálogo. Hay que saber
escuchar a la pintura y si lo haces, ella te dirá lo que le falta, lo que
necesita. Pasado un tiempo, días, meses, lo volvía a ver y el lienzo seguía en
silencio, mudo, por lo que volvía a guardarlo y así durante mucho más tiempo.
Pero no dudaba, estaba seguro, que ese diálogo se restablecería.
Hace
pocos días, -¡oh maravilla!- el diálogo se restableció, y vi claro lo que tenía
que hacer, lo que le faltaba y como terminarlo.
Y
aquí está, acabado. Creo que tiene fuerza, color y luz, mucha luz. Ha sido un
proceso difícil pero considero que ha merecido la pena. Tanto es así que estará
en la portada del catálogo de mi próxima exposición a celebrar durante el
primer trimestre del próximo año 2015 en el Museo Municipal “Casa Orduña” en
Castell de Guadalest, Alicante.
Como
inicialmente pensaba que podría ser una pintura interesante, fui haciendo fotos
del proceso de creación y en varias entradas de este blog, con el título de Una imagen, una idea, una pintura I, II y
III, las fui publicando por lo que, junto a la imagen definitiva, aquí las
dejo nuevamente.
Martín Alía: Faro a la primera luz de la mañana.
Óleo/lienzo. 92 x 73 cm.
Martín Alía: Faro de Cabo de Palos. Apunte del natural
Martín
Alía: Encaje a carboncillo sobre lienzo preparado al
temple.
Martín Alía:
Primera "mancha" con óleo disuelto en esencia de trementina
Martín Alía: Se
incorpora la silueta del faro y se perfila el promontorio rocoso
Martín Alía:
Estudios de color en el cielo y las rocas con desplazamiento de las
nubes centrales hacia
abajo
Martín Alía: Empastes de blanco titán y amarillo nápoles realizados
directamente con el tubo
lunes, 3 de noviembre de 2014
Apuntes de una travesía – Cerdeña IV
Antes
de iniciar la travesía rumbo a Cerdeña pasé unos días en Asturias en compañía de unas personas maravillosas. Nada más llegar
al lugar y encontrarnos con la preciosa casa de indianos llamada La Casona del Caleyu, junto a la
población de Sala, me asaltaron multitud de formas, colores y motivos para
pintar y dibujar, lo que quedó plasmado en una acuarela del espacio interior delimitado
por los edificios y un dibujo del poderoso tronco de una higuera situada frente
al edificio principal. La acuarela quedó como regalo a los dueños de la casona
y el dibujo, que aquí se reproduce, formará parte de mi próxima exposición a
celebrar en la Casa Museo Orduña en Castell de Guadalest durante el primer
trimestre del año próximo.
Martín Alía: “Tronco de
higuera. Casona del Caleyu, Asturias”. Lápiz/papel. 2014
La
vuelta de tierras asturianas fue justo el día anterior a la partida en que
zarpamos inicialmente rumbo a Menorca, única de las Islas Baleares que yo y
otro de los compañeros desconocíamos. Dos días más tarde fondeamos en la
ensenada de Ciudadela donde pensé realizar un apunte de la torre vigía y el
faro pero -¡que despiste!- había olvidado en tierra mis acuarelas por lo que,
deseoso de pintar como fuera, hice un dibujo con lápices de color tratando de
reflejar la tranquilidad que en aquella jornada mostraba la mar.
Martín Alía: “Torre y
faro de Ciudadela. Menorca”. Lápices de color/papel. 2014
Al
día siguiente navegamos rumbo sureste buscando la escarpada costa sur de la isla repleta
de acantilados, profundas ensenadas y pequeñas calas y playas. Al atardecer
fondeamos en la abrigada Cala Mitjor y a la mañana siguiente, utilizando unas
acuarelas que Juan el patrón sí había traído, pinto el gran acantilado de tonos
ámbar que está frente a nosotros, la oscura cueva que en la roca orada incansable
la mar y el verde arbolado que rodean una minúscula playa.
Martín Alía: “Cala
Mitjor. Menorca”. Acuarela/papel. 2014
Días
después, ya en Córcega y Cerdeña, vendrían los apuntes de “Cala Fígari”, “Barcas en la Maddalena”, “Rocas a flor de agua” y “Sardo”
publicados en entradas anteriores.
Más adelante, estando en la Marina de Sant´Elmo
de Cágliari constaté, una vez más, la buena costumbre de muchos club náuticos que
habilitan un espacio donde marinos de diversos barcos y nacionalidades
depositan libros y revistas que ya han leído y no utilizan, creando así un
fondo bibliográfico donde otros navegantes podrán, a su vez, intercambiar por los
suyos propios.
Próximo
el retorno, y previniendo que en los días que restaban para realizar la larga
travesía de vuelta y donde, salvo auténtica necesidad no haríamos escala, tomé
tres de esas revistas por ver de encontrar alguna imagen que sirviera como
modelo para llenar las muchas horas que nos quedaban por navegar. Quedaría mucho mejor decir que
los estudios de rostros femeninos que dibujé corresponden a dos de esas novias que los marinos tienen en cada
puerto pero, al menos en mi caso, no fue así.
La mitología gusta de representar
oral o plasticamente los deseos, angustias, anhelos y sueños de los mortales,
creando historias, mitos y personajes heroicos o románticos. En este caso las
modelos únicamente son náyades y sirenas de papel; solo espero haber estado con
mis trazos a la altura de su belleza.
Martín Alía: “Perfil de
mujer”. Lápiz sepia/papel. 2014
Martín Alía: “Apoyada
en sus manos”. Lápiz sepia/papel. 2014.
Quiero pedir disculpas pero en las dos últimas entradas -¡no se el motivo!- el formato del texto, de las letras, se burla de mí y sale literalmente como quiere. Hablaré con Poseidón por ver si en su divina sabiduría explica a este humilde mortal los motivos de tal hecho. Así mismo trataré de iluminar mejor los dibujos a fin de lograr fotos de mejor calidad.
Apelo por todo ello a vuestra generosa comprensión
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