Bartolomé Esteban Murillo
fue un fantástico pintor español que en vida tuvo tanto o más prestigio que Velázquez,
pero que hoy en día está un poco olvidado, al menos aquí, en España. En Gran
Bretaña, sin embargo, sus pinturas ocupan un lugar de honor en los mejores museos.
Actualmente en el Museo del
Prado podemos visitar una excelente exposición
de dibujos españoles conservados en aquellas tierras llamada: El trazo español en el British Museum. Dibujos del Renacimiento a Goya.
La muestra está articulada en torno a seis grandes apartados que tienen básicamente
una justificación geográfica, a saber:
1.- La importación de
prácticas gráficas: Castilla, 1550-1600
2.- Madrid, capital artística,
1600-1700
3.- Andalucía, 1550-1700.
Sevilla, Granada y Córdoba
4.- El dibujo en Valencia,
1500-1700. Ribera en Nápoles
5.- El dibujo en el siglo
XVIII
6.- Francisco de Goya
(1746-1828)
Si empezaba esta entrada
hablando de Murillo es por ser el autor de uno de los dibujos más vigorosos y
expresivos de la exposición. Con que pocos y frescos trazos un gran maestro es capaz de trasmitirnos toda la fuerza y el vigor de una mirada, de una postura,
de un arcángel. Si existen, si existieron, tenían que ser así.
Bartolomé Esteban Murillo. San Miguel Arcángel. Pluma y tinta parda
sobre
lápiz negro, 268 x 189 mm, c. 1655 – 1660. Museo Británico.
No menos interesantes son también tres dibujos de temática religiosa: una cabeza de monje atribuida a Zurbarán,
donde se refleja todo el recogimiento interior de una persona que
voluntariamente se aísla en un monasterio; un boceto de Alonso de Berruguete para
una Asunción de la Virgen claramente influido por Miguel Ángel y una teatral sanguina de José de Ribera que representa a un Santo
atado a un árbol.
Francisco de Zurbarán. Cabeza de monje. Lápiz negro, aguada
gris con trazos
de pluma y tinta, 276 x 195 mm, c. 1635 – 1655. Museo
Británico.
Alonso Berruguete. La Asunción de la Virgen. Dibujo a
pincel y aguada parda, con pluma y tinta parda sobre lápiz negro, con realces
de blanco, 319 x 193 mm, c. 1555 - 1561
José de Ribera. Santo atado a un árbol. Dibujo, 1626. Museo Británico.
Mención aparte, ¡cómo no!,
merece Francisco de Goya, uno de nuestros monstruos pictóricos, que representa
(¿se representa?) a Don Quijote acosado por monstruos, en una de sus geniales
aguadas directamente emparentada con la conocida: "El sueño de la razón produce monstruos" y también un exquisito dibujo del Duque de Wellington de mirada directa, profunda, como en todos y cada uno de los personajes retratados por el genio.
Francisco de Goya. Don Quijote acosado por monstruos.
Dibujo a pincel en tinta
gris sepia y aguada, 207 x 144 mm, c. 1812 – 1820. Museo
Británico.
Francisco de Goya. Arthur
Wellesley, primer duque de Wellington. Lápiz rojo
sobre lápiz negro y graffito,
235 x 177 mm, 1812.185. Museo
Británico.
En el siguiente enlace puede
verse la presentación de la muestra por parte del director del British Museum:
que interesante, muy bonito tu blog Martín, un saludo, Silvia.
ResponderEliminarComo sabes, el dibujo siempre me interesó muchísimo, sobre todo en mi faceta como pintor. Un abrazo.
EliminarComo todo lo que expones. PRECIOSO. Un abrazo Charo.
ResponderEliminarSiempre es un placer escribir, contar cosas, sobre pintura, sobre la mar... sabiendo que lo disfrutan personas como TU. Muchas gracias
EliminarMuy interesante y además, trasmites amor por la pintura...haces que deseemos ver la exposición.
ResponderEliminarLa pintura, el dibujo, navegar... Si, es cierto, me apasionan. Muchas gracias.
EliminarEs interesante el caso de Murillo, que aun viviendo en Sevilla vendía casi más en los países bajos o en el resto de Europa que en España, y posteriormente su fama en el exterior ha perdurado más (de hecho cuando la guerra napoleónica lo que saquearon fueron Murillos y no por ejemplo los Velázquez). Esto de la historia del arte tiene un cierto parecido con la bolsa: tu cotización sube o baja a lo largo de las épocas y los lugares en función de factores a veces un tanto caprichosos...
ResponderEliminarCierto, menos mal que, a diferencia de la bolsa, los valores artísticos de nuestros grandes pintores, aquí, en Inglaterra, hace siglos o ahora mismo, siguen acrecentándose cada vez más y eso es algo de lo que podemos sentirnos muy orgullosos. Un abrazo.
EliminarLos reveses políticos y económicos que conmocionaron a la sociedad española del siglo XVII engendraron a verdaderos "monstruos de la naturaleza" que, en muchas ocasiones, no fueron reconocidos como tales por sus coetáneos. Me pregunto si no ocurrirá algo semejante hoy en día en que la frivolidad y el escándalo barnizan un arte ligero, de fácil acceso, pues apenas se requiere un mínimo esfuerzo intelectual.
ResponderEliminarSiempre apuntas alto y hablas con agudeza. Es cierto, también con respecto al arte, donde, salvo excepciones, se elogia y apoya mucha superficialidad, despreciando el esfuerzo, arrinconando lo genial y marginando el trabajo bien hecho.
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