martes, 26 de marzo de 2013

Naturaleza quieta


El término bodegón es puramente español y se emplea para identificar a una representación pictórica de diferentes elementos que tienen que ver fundamentalmente con la comida, generalmente en un interior, que podemos identificar con una cocina o una bodega, de ahí la expresión.

“De la vida doméstica. Bodegones flamencos y holandeses del siglo XVII” es una pequeña pero preciosa exposición que puede verse  este mes de Marzo en la sede madrileña de la fundación Juan March.


Osias Beert. Bodegón con nautilus y frutas en un plato Wan-Li , h 1610-15 

Willen Heda. Bodegón con copa Römer, panecillo y limón, 1640-43.

Estilleven” es un término flamenco con el que se denomina este género pictórico, y cuya traducción exacta sería naturaleza quieta, sin embargo aquí decimos naturaleza muerta. ¿Por qué? Creo que es debido a esa carga oscura y negra que tiene la pintura española desde el renacimiento. No es lo mismo quieto que muerto, ni mucho menos y aquí es, sin duda, un reflejo de la tremenda influencia de la religión en nuestra pintura, y no solo en los bodegones, también en el paisaje y en el retrato. Personajes serios, tristes, torturados, terribles, llenan gran parte de la pintura religiosa española y nuestros bodegones son, también en gran parte, serios tristes y oscuros. Muestra de ello son las obras de uno de nuestros mejores representantes en este género: Zurbarán.

Zurbarán. Naturaleza muerta con jarras y tazas, h 1630-1635.

No en vano el clero era el principal cliente. Sirva como ejemplo El Greco; griego de nacimiento y formado en Italia, cuando llega a España su pintura está llena de luz y color pero, en poco tiempo, tras establecerse en Toledo, sus cuadros, aunque afortunadamente conservarán preciosos amarillos y cálidos carmines se tornan cada vez más sombríos, de fondos oscuros y personajes atormentados. Lo mismo ocurre con Ribera, también formado en Italia, donde era llamado “el españoleto”, y quien, con sus brutales contrastes y sus fondos fundamentalmente negros se convertirá en uno de los máximos representantes de nuestra pintura tenebrista.

Disfrutemos ahora en el siguiente vídeo de esos quietos bodegones que a pesar de haber sido pintados en tierras del norte están llenos de equilibrio, matizadas luces y cálidos colores.







sábado, 2 de marzo de 2013

Música y jóvenes


La figura que aparece en este cuadro que formó parte de mi última exposición se llama Marina. Posó en un principio solo para las manos, aunque después me gustó tanto que utilice los apuntes para la figura completa.


Martín Alía: "En la ventana". 65x53cm. Técnica mixta/cartón. 2011.

Marina es una mujercita joven y divertida, sincera y estudiosa, desordenada e insegura… un trasto estupendo, en resumen y según el término acuñado por ella misma: un “cosito”; a quien le gusta, le mola, le pone, le encanta la música. De Green Day a Coldplay, de Vivaldi a Tchaikovsky, de… a… y otros grupos ruidosos, machacones y estridentes de nombre impronunciable. Música que escucha a todas horas, sobre todo cuando se ducha, a ¡todo!, perdón, a escaso volumen, ¡por supuesto!

Hace tiempo hablaba de un grupo semidesconocido que había descubierto en el tráiler de la última versión de la película Sherclok Holmes cuya música era del hasta entonces para ella desconocido grupo E. S. Posthumus. Cuando esta música sonaba, a todos nos parecía estupenda y cuando le preguntábamos quien era el autor contestaba que no lo sabía. Después descubrió más temas y por fin el nombre del grupo, que se dedicaba, fundamentalmente, a componer música para el cine. Al final consiguió un álbum completo y a todos nos encantó. 

En un viaje a Madrid, en la Fnac de Callao, buscó más álbunes del grupo pero allí, uno de los “expertos” de la enorme planta dedicada a la música le dijo que dicho grupo “no existía”. Consternada y con esa cabezonería que caracteriza a muchos de su generación, en Internet, -¡cómo no!-, encontró un segundo  álbum y, poco después, buscando más temas de ellos, la triste noticia de la desaparición del grupo tras la muerte de uno de sus componentes.

Dejo aquí tres de los temas de E. S. Posthumus algunos de los cuales están ilustrados, además, con pinturas de Carabaggio, el maravilloso y terrible pintor que a finales del siglo XVI inició el camino del barroco italiano y el tenebrismo español. “San Mateo y el ángel” en Nara y “David con las cabeza de Goliat” en Unstoppable.