El término bodegón es puramente español y se emplea
para identificar a una representación pictórica de diferentes elementos que
tienen que ver fundamentalmente con la comida, generalmente en un interior, que
podemos identificar con una cocina o una bodega, de ahí la expresión.
“De la
vida doméstica. Bodegones flamencos y holandeses del siglo XVII” es
una pequeña pero preciosa exposición que puede verse este mes de Marzo en
la sede madrileña de la fundación Juan March.
Osias Beert. Bodegón con nautilus y frutas en un plato
Wan-Li , h 1610-15
Willen Heda. Bodegón con copa Römer, panecillo y limón, h 1640-43.
“Estilleven” es un término flamenco con el que se denomina este
género pictórico, y cuya traducción exacta sería naturaleza quieta, sin embargo aquí decimos naturaleza muerta. ¿Por qué? Creo
que es debido a esa carga oscura y negra que tiene la pintura española desde el
renacimiento. No es lo mismo quieto
que muerto, ni mucho menos y aquí es,
sin duda, un reflejo de la tremenda influencia de la religión en nuestra
pintura, y no solo en los bodegones, también en el paisaje y en el retrato.
Personajes serios, tristes, torturados, terribles, llenan gran parte de la pintura religiosa española y nuestros bodegones son, también en gran parte,
serios tristes y oscuros. Muestra de ello son las obras de uno de nuestros mejores representantes en este género: Zurbarán.
Zurbarán. Naturaleza muerta con jarras y tazas, h 1630-1635.
No en vano el clero era el
principal cliente. Sirva como ejemplo El Greco; griego de nacimiento y formado
en Italia, cuando llega a España su pintura está llena de luz y color pero, en
poco tiempo, tras establecerse en Toledo,
sus cuadros, aunque afortunadamente conservarán preciosos amarillos y cálidos
carmines se tornan cada vez más sombríos, de fondos oscuros y personajes atormentados.
Lo mismo ocurre con Ribera, también formado en Italia, donde era llamado “el españoleto”, y quien, con sus brutales
contrastes y sus fondos fundamentalmente negros se convertirá en uno de los
máximos representantes de nuestra pintura
tenebrista.
Disfrutemos ahora en el
siguiente vídeo de esos quietos bodegones
que a pesar de haber sido pintados en tierras del norte están llenos de
equilibrio, matizadas luces y cálidos colores.
Maravillosa exposición, a la que me hubiese gustado ir. Siempre es una gozada ver pintura holandesa. En cuanto a tu interpretación del tenebrismo de la pintura española ¿no crees que quizás la influencia de Caravaggio es un elemento determinante?
ResponderEliminarPor supuesto que creo en la influencia de Carabaggio. Pero no puedo olvidar una visita al Museo Cerralbo de Madrid y la gran diferencia entre las brillantes y coloridas pinturas italianas y las oscuras y tétricas pinturas españolas de la misma época.
EliminarLa exaltación de los placeres cotidianos que suscitan la comida y la bebida suponen la constatación artística de que la Belleza - ese admirado "misterio" - envuelve nuestra existencia.
ResponderEliminarPor eso considero a "la comida" como uno de los grandes placeres de la vida y si sus componentes la llenan de color, mejor aún. No olvidemos que también se come con los ojos, con la mirada.
EliminarMe gustan mucho los bodegones (la comida también). Es muy interesante tanto el video y tus comentarios. espero tu siguiente entrada con mucho interés. Ana
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